2025-12-23
En la moderna industria automotriz global, ha habido una rápida evolución hacia la electrificación y la movilidad inteligente. En el corazón de esta evolución se encuentra el sistema de motor de accionamiento eléctrico. Después de la batería, el sistema de motor de accionamiento eléctrico es posiblemente el componente más importante en el vehículo eléctrico (VE), siendo directamente influyente en el rendimiento del vehículo, la eficiencia y la experiencia de conducción.
En un VE, los motores eléctricos convierten la energía eléctrica almacenada en la batería en energía mecánica, que impulsa el vehículo. Los motores eléctricos ofrecen varias ventajas prácticas específicas sobre el motor de combustión interna, incluyendo una arquitectura de sistema compacta, par motor bajo demanda, conversión de energía eficiente y bajo mantenimiento. Estas características hacen que el sistema de motor eléctrico sea adaptable para su uso en una amplia gama de comportamientos de conducción (desde la conducción urbana hasta la conducción en carretera).
Actualmente, los dos tipos de motores más comunes en los VE se denominan Motores Síncronos de Imán Permanente (MSIP) y el motor de inducción (MI). Los MSIP poseen una alta densidad de potencia y características de potencia extremadamente eficientes que los hacen adecuados para los fabricantes de VE de turismos y vehículos premium. Los MI seguirán desempeñando un papel importante en los VE comerciales, como autobuses y vehículos de reparto, donde la robustez y la rentabilidad con regulaciones instantáneas en tiempo real son fundamentales.
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Los VE modernos están mostrando un mayor número de configuraciones de accionamiento de motor dual o múltiple, lo que facilita la capacidad del fabricante para controlar de forma independiente los ejes delantero y trasero para producir una experiencia de conducción muy mejorada, como el manejo, la aceleración y las habilidades todoterreno. Además de los controladores de motor y autor, existen redes de sensores y computación a bordo que proporcionan una gama multifacética de características inteligentes como la gestión térmica adaptativa, el control de frenado regenerativo y la identificación y optimización del estilo de conducción, lo que resulta en eficiencia energética, seguridad y comodidad para el usuario.
El desarrollo innovador en soluciones de inversores basadas en SiC, materiales de imanes de tierras raras, tecnologías de refrigeración líquida y diseños de rodamientos de alta velocidad impulsará aún más los límites de rendimiento potencial de los motores de accionamiento. Estas tecnologías de próxima generación representan habilitadores básicos para aumentar la autonomía de conducción de los VE, aumentar las capacidades de rendimiento de aceleración y permitir vehículos más ligeros.
Mirando hacia el futuro, los VE no solo serán un vehículo respetuoso con el medio ambiente que sufra la pérdida de los coches de gasolina, sino que integrarán atributos de vehículo inteligente con movilidad conectada. El papel de los motores eléctricos en el tren motriz sigue siendo fundamental para lograr esta exitosa transición de la experiencia de propiedad del vehículo, beneficiándose de los avances en eficiencia, integración, control inteligente y dando forma al futuro de la movilidad sostenible.